La enfermedad de Chagas tiene una fase aguda y otra crónica. Si no se le trata, la infección dura toda la vida.
La enfermedad de Chagas aguda ocurre inmediatamente después de la infección, puede durar hasta varias semanas o meses y se pueden encontrar los parásitos en la sangre circulante.
La infección puede ser leve o asintomática. Puede haber fiebre o inflamación alrededor del sitio de inoculación (lugar donde el parásito penetró la piel o la membrana mucosa)
En casos poco frecuentes, la inflamación aguda puede dar lugar a una fuerte inflamación del músculo cardíaco o del cerebro y de la capa que lo recubre.
Después de la fase aguda, la mayoría de personas infectadas entran en una etapa prolongada y asintomática de la enfermedad (llamada "crónica indeterminada), durante la cual se encuentran muy pocos parásitos o no se encuentra ninguno en la sangre.
Durante esta etapa, la mayoría de los afectados no saben que tienen la infección. Muchas personas pueden no presentar síntomas durante toda la vida y nunca presentar los síntomas asociados a la enfermedad de Chagas. Sin embargo, se calcula que entre un 20% y un 30% de las personas infectadas presentarán problemas médicos debilitantes y a veces potencialmente mortales a lo largo de la vida.
Las complicaciones de la enfermedad de Chagas crónica pueden ser:
-anomalías del ritmo cardíaco que pueden causar muerte repentina
-dilatación del corazón, el cual no bombea bien la sangre
-dilatación del esófago o del colon, que causa dificultades para comer o para evacuar.
En las personas con sistemas inmunitarios deprimidos (por ejemplo, debido al SIDA o a la quimioterapia), la enfermedad de Chagas puede reactivarse con los parásitos que se encuentran en el torrente sanguíneo.